La cuperosis es una afección de la piel que ocasiona la dilatación de los vasos capilares de la cara y se manifiesta mediante enrojecimiento y pequeñas irritaciones cutáneas. Aunque no es un problema grave, sí es desagradable desde el punto de vista estético para aquellas personas que lo padecen. En algunos casos, el enrojecimiento se acompaña de una desagradable sensación de calor intenso y congestión en la zona, que puede encontrarse también en otras partes del cuerpo.

¿Qué es la cuperosis en la piel? Causas principales

La cuperosis afecta predominantemente a la cara, pero también puede aparecer en el escote, cuello y piernas. Como en la mayoría de los procesos dermatológicos, en su desarrollo pueden intervenir diferentes causas. La cuperosis carga injustamente con la falsa creencia de que este problema está asociado inexorablemente al consumo excesivo de alcohol, cuando en la mayoría de las ocasiones esta no es la causa.

Te hablamos de los factores que sí influyen en su aparición: 

  • Factores hereditarios. Por lo general, las pieles claras son más proclives a manifestar cuperosis, especialmente si existen antecedentes en otros miembros de la familia.
  • La exposición a cambios bruscos de temperatura. Es el caso de personas que desarrollan su trabajo al aire libre, como agricultores, pescadores marinos, deportistas etc. Cuando nuestra piel sufre cambios de temperatura bruscos, los vasos sanguíneos se contraen y se dilatan de forma que pierden elasticidad. La temperatura es un factor que incide de forma muy directa en la aparición de cuperosis.
  • Estar sometido constantemente a situaciones estresantes también provoca vasodilatación y propicia la aparición de la cuperosis.
  • Cambios hormonales en nuestro organismo, como los ocasionados durante la menstruación, el embarazo o la menopausia, pueden originar la dilatación de los vasos sanguíneos.
  • Consumir comidas y bebidas que contengan alcohol o especias picantes que aumenten el calor corporal, originando alteraciones en los vasos sanguíneos, provocará la aparición de enrojecimiento de la piel.
  • El tabaco, junto con la exposición al sol sin protección, así como con el uso de tratamientos o productos inadecuados para nuestro tipo de piel, también pueden contribuir a la aparición de cuperosis.

que es la cuperosis en la piel

¿Se puede evitar la cuperosis?

Es fundamental proteger la piel, ya sea invierno o verano. Siempre debemos aplicar cremas hidratantes y protección solar en cualquier época del año, incluso aunque el cielo esté nublado. La contaminación también provoca lesiones, no solo los rayos del sol, por lo que una buena limpieza facial ayudará a prevenir esta y otras afecciones cutáneas. Evitar el consumo de tabaco y alcohol también ayuda a cuidar nuestra piel de manera general.

¿Qué solución tiene la cuperosis?

Cuando hablamos de cuperosis, estamos hablando de pieles sensibles que, por tanto, precisarán de una cosmética específica y a las que aportar exceso de grasa o calor, no suele ayudar.

El primer problema a abordar será la vasodilación de los capilares que se hará con luz pulsada intensa que podría combinarse según los casos con láser vascular del tipo colorante pulsado, incluso ND YAg.

Por lo general, se precisan un mínimo de tres sesiones de tratamiento. Pero según el grosor y abundancia de vasos, pueden ser más. Se trata, por tanto, de un proceso, no de un tratamiento unitario, y por lo general es conveniente realizar sesiones de recuerdo o mantenimiento cada cierto tiempo. Este tipo de procedimiento conviene hacerlo durante los meses de invierno, pues es incompatible con el sol o la piel bronceada.

Si además de sensible con rojeces, la piel es seca o grasa, es conveniente acondicionarla con un tratamiento de peeling suave o dermo reparador, para lo cual existen programas tanto médicos como de cabina de alta estética que ayudarán mucho a conseguir una buena evolución.

Finalmente, y tras la información proporcionada por la respuesta a los trabajos anteriormente mencionados, es muy importante contar con un buen asesoramiento acerca de los productos de uso domiciliario que resulten más adecuados en cada caso.