Hoy en día existen diferentes métodos que consiguen disminuir grasa del cuerpo, pero ¿cómo eliminar el tejido adiposo y encontrar la técnica más adecuada para los casos más importantes? ¿por qué surge este tipo de grasa? Adentrémonos en los motivos de su formación, en qué parte del cuerpo se almacena y cuáles son las técnicas más efectivas para erradicar esta grasa localizada de forma definitiva.

¿Qué es el tejido adiposo y dónde se almacena?

El tejido adiposo o tejido graso es lo que llamamos grasa corporal. Está compuesto por unas células llamadas adipocitos que almacenan la energía en forma de grasa.

Existen dos tipos de tejido adiposo: el blanco, el más abundante, y el marrón, también llamado grasa parda. En líneas generales, resulta más recurrente hacer referencia al blanco. Por ello, vamos a centrarnos en él y en sus 3 principales funciones:

  • Acumulador de grasa. Las grasas (lípidos) son ricas en energía y esta energía es esencial para la subsistencia del ser humano. El porcentaje de grasa puede variar según la fisiología de cada persona. En este sentido, los deportistas poseen tan solo un 10 % de grasa, las personas sedentarias rondan el 25 % y las obesas pueden llegar a superar el 50 %.
  • Aislante. Para aislarnos del frío y preservar la temperatura adecuada, bajo la piel atesoramos esta capa de grasa que cumple esta función de manera eficiente.
  • Protección. La grasa también cumple una función mecánica de protección de órganos y articulaciones en todas las partes del cuerpo. Cuando tenemos un porcentaje muy pequeño, nuestro organismo desplaza esta grasa hacia las áreas en las que considera que es más necesaria. Por ello, no se trata de eliminar toda la grasa, sino de disponer de unos porcentajes apropiados para nuestra salud.

Son escasas las zonas del cuerpo sin grasa. Al margen de las razones puramente estéticas, resulta frecuente acumular más tejido adiposo del preciso en la denominada faja abdominal, así como en las piernas. Por este motivo, en la actualidad hay muchas personas que, preocupadas por su imagen, no cesan de buscar y probar remedios que, en la mayoría de las ocasiones, les obligan a abandonar ante la falta de resultados satisfactorios.

Cómo eliminar el tejido adiposo con las técnicas más innovadoras

Ya conocemos qué es el tejido adiposo, y sabemos que en su justa medida resulta necesario para nuestro organismo. Sin embargo, cuando ese tejido se deposita en exceso en ciertas zonas localizadas pasa a ser una reserva adicional que nuestro organismo no necesita.

Estas son las 3 técnicas más efectivas para erradicar la grasa localizada, desde la más superficial hasta la más profunda y rebelde.

Mesoterapia corporal

Se trata de un tratamiento consistente en aplicar durante varias sesiones unas milimétricas inyecciones indoloras que se clasifican en:

  • Mesoterapia alopática. Con sustancias químicas en su mayoría extraídas de plantas, tiene principios activos que van directamente a la raíz del problema.
  • Mesoterapia homeopática. Recurriendo a medicamentos homeopáticos que estimulan al organismo para que él mismo revierta el problema.

Este tratamiento suprimirá la grasa localizada reafirmando el cuerpo.

Radiofrecuencia corporal

En este caso, el tratamiento provoca que el organismo produzca nuevo colágeno al tensar la piel. Administra una modalidad de drenaje linfático de la grasa, y con ello activa la circulación y los tejidos subcutáneos.

Resulta especialmente productivo para difuminar la piel de naranja.

LPG endermologie

Como si de un masaje de tratase, implementa una fricción de la piel a través de un aparato específicamente diseñado. Consta de dos rodillos, llegando a áreas a las que un masaje convencional no podría.

Constituye un tratamiento no invasivo, que no provoca dolor y que permite mejorar la apariencia de la piel y, en consecuencia, también el aspecto del cuerpo al aportar una mayor firmeza.

Cuidados recomendados tras su eliminación

Es posible eliminar el tejido adiposo y la grasa localizada, pero ello no debe servir como excusa para dejar de cuidarnos.

Vigilar nuestra alimentación mediante una dieta en la que la ingesta de calorías sea controlada y en la que dichas calorías provengan de alimentos poco procesados, será la clave para preservar nuestra salud y nuestro cuerpo en el mejor estado posible.

Así mismo, debemos vencer al sedentarismo que ha conquistado a gran parte de la población ganándole la batalla al sillón e incorporando el ejercicio en nuestra vida. Hacer ejercicio moderado como el fitness nos ayudará a perder peso y ganar músculo. En este sentido, podremos optar por correr o por salir a andar y visitar el gimnasio al menos 3 veces por semana.