Curar las ampollas en los pies requiere tiempo y dedicación. Una ampolla es una pequeña bolsa de líquido que se da como respuesta del organismo ante una lesión. Si dejas la ampolla sin alterarla, el cuerpo absorbe gradualmente el líquido a medida que la piel subyacente se recupera. Normalmente, los procesos de curación de ampollas pueden tomar alrededor de una semana.

Cura las ampollas en los pies correctamente

Las ampollas pueden desaparecer por sí solas sin necesidad de aportar ningún cuidado. Sin embargo, sí que es posible sentir molestias, especialmente cuando afectan a los pies. Si la ampolla es dolorosa, puedes drenarla de tal manera que alivie tu incomodidad, disminuya el dolor y evites padecer una infección.

Tu primera prioridad, a la hora de aplicar un tratamiento para hacer frente a una ampolla, es prevenir la infección. Pero, no debes detenerte únicamente en este punto. Debes controlar regularmente la higiene y la desinfección de la ampolla, por ejemplo, cada vez que cambies tu vendaje. Los signos de una ampolla infectada suelen ser variados, como la aparición de pus, el aumento del dolor y la aparición de enrojecimiento o calor alrededor de la lesión. Si tienes estos síntomas y experimentas fiebre, puedes estar ante un caso grave.

Recuerda, además, que si una ampolla se abre por sí sola también vas a tener que seguir los pasos siguientes. En caso de que observes complicaciones, debes acudir a un médico.

  1. Lávate las manos antes de manipular la zona. Es importante utilizar abundante jabón antibacteriano en tus manos. Aplica el gel antibacteriano o el jabón para destruir todas las bacterias que pueden provocar una infección.
  2. Limpia la ampolla: si la ampolla está llena de suciedad de cualquier tipo (líquido transparente o sangre), enjuáguala con una solución salina (agua salada) o suero. Un enjuague con agua jabonosa o solo agua también puede ser útil, si es lo único que tienes en casa. Esto eliminará algunos de los gérmenes de la ampolla.
  3. Desinfecta tu ampolla: usa un antiséptico para matar los gérmenes restantes en tu ampolla. Puedes utilizar povidona yodada.
  4. Utiliza una aguja para drenarla. Esta tiene que estar perfectamente desinfectada con alcohol. Manipúlala con mucho cuidado para evitar contaminarla.
  5. Cubre la ampolla: esto evitará la entrada de bacterias del exterior y proporcionará protección. En cierto modo, se creará un ambiente apto para curarla.

Una forma de tratar este problema es utilizar los apósitos hidrocoloides. Estos permiten recubrir y retener la humedad en las lesiones, formando un autoadhesivo en la piel. Por ejemplo, se utilizan mucho en las úlceras por presión, pero también pueden ser excelentes herramientas para tratar las ampollas.

Apósitos hidrocoloides como solución

Estas herramientas permiten acelerar la curación, disminuir el dolor y mantener a la ampolla en un ambiente óptimo para su curación. En cierto modo, aceleran la cicatrización.

Son muy fáciles de utilizar. Solo debes realizar los pasos de limpieza e higiene, antes de colocarlas encima de la ampolla (siempre que no esté infectada) y dejártelas durante varios días. Pueden, además, prevenir otras rozaduras.

Lo mejor de este recurso es que también drena y retiene las secreciones de la ampolla, frenando la propagación de bacterias y toxinas. Estimula la epitelización de la piel y la regeneración celular para no dejar marcas.

Consejos para evitar las marcas o las cicatrices por las ampollas

Resulta clave seguir los siguientes puntos al tener una ampolla. Recuerda que la aparición de una cicatriz suele depender del cuidado con el que trates la herida. Si tratas las ampollas con mimo, las cicatrices van a ser menos notorias.

  1. Limpiar bien la zona y protegerla, para evitar más roces o fricciones que provoquen más lesiones. Se puede, incluso, aplicar un poco de vaselina para evitar que la lesión se seque.
  2. Utilizar apósitos, como los hidrocoloides, para que favorezcan la cicatrización.
  3. Evitar el contacto con el sol en dicha zona para evitar las quemaduras o la pérdida de humedad. En todo caso, puedes también aplicar filtro solar en la herida.
  4. No retirar la costra para facilitar la curación. Si lo haces, la herida puede estar expuesta a la contaminación de bacterias. También, puedes provocar que se forme una cicatriz más grande.

Ayudas para disminuir la cicatriz

Existen determinados productos que ayudan a disminuir las cicatrices. Por ejemplo, se pueden nombrar las cremas con aloe vera o las de rosa mosqueta.

También, recuerda que existen apósitos cicatrizantes para estimular el proceso de curación. Utilizar el aceite de lavanda antes de dormir o aceite de oliva para disminuir una cicatriz puede funcionar al aportar ácidos grasos para favorecer la regeneración celular.

Es importante curar las ampollas de los pies a tiempo y evitar las infecciones. Por supuesto, aconsejamos llevar a cabo los cuidados necesarios para evitar las cicatrices tras su curación. Los zapatos mal ajustados o la fricción pueden dañar la piel del pie. Así, se forma una ampolla para amortiguar la zona de un daño mayor.