La dermatitis atópica es una afección de la piel que se caracteriza por la sequedad y los picores que pueden derivar en eccemas. Es una enfermedad muy molesta con la que hay que tener cuidado, ya que cualquier agente agresivo que se emplee sobre la piel puede provocar un brote. Para la dermatitis atópica, los remedios naturales ayudarán en gran medida a controlarla, a mejorar la piel e, incluso, a prevenir los brotes que pueden ser tan molestos y dañar la dermis de quien los padece.

Dermatitis atópica, ¿qué la causa?

La dermatitis atópica es una enfermedad cutánea que se caracteriza por la piel seca y la presencia de eccemas que causan inflamación y picor en una zona concreta de la piel. Es considerada como un trastorno de la piel crónico, aunque no es contagioso ni infeccioso. Se da en gran medida durante la infancia, pese a que en algunos casos esta afección alcanza la niñez y la edad adulta.

Las causas de la dermatitis atópica se dividen en dos factores:

  • Los factores internos pasan por la disminución de los ácidos grasos esenciales, como el ácido linolénico que posibilita una correcta función cutánea.
  • Los factores externos, por su parte, son los que más afectan al desarrollo de la dermatitis atópica, puesto que la temperatura externa o las estaciones constituyen un factor desencadenante de los brotes.

La genética también juega un papel relevante en la dermatitis atópica, dado que está considerada como una enfermedad genética. En este sentido, las personas que la padezcan tendrán más probabilidades de transmitirla a sus descendientes. De igual forma, es probable que un adulto con dermatitis atópica tenga familiares que también la sufran.

Los síntomas generales pasan por el picor y el enrojecimiento de ciertas zonas de la piel. Así mismo, puede derivar en inflamación y creación de ampollas. Por regla general, se localiza en rodillas, codos, cuello y en ciertas partes de la cara y de las piernas.

¿Puede prevenirse?

Al ser una afección de origen genético es complejo prevenirla. Sin embargo, una vez diagnosticada es posible tratarla al igual que se pueden prevenir los brotes más complicados y algunos de sus síntomas.

En cualquier caso, hay una variedad de remedios naturales que pueden ayudar a preveer los brotes y a que la piel esté en su mejor estado para evitarlos. Además, en los casos más severos lo recomendable es realizar el tratamiento que indique un dermatólogo.

Cuidados caseros para tratar la dermatitis atópica

Como hemos comentado, la dermatitis atópica es un mal crónico, por tanto, quien la sufre estará toda su vida pendiente de esta dolencia. No obstante, en la actualidad existe una gran variedad de formas de controlar esta afección:

  • Mascarilla casera de levadura de cerveza. Este pequeño truco ayudará a mantener el cutis hidratado.
  • Cocinar con cúrcuma. La cúrcuma atesora propiedades antiinflamatorias y contribuye al correcto funcionamiento del hígado. Estas cualidades hacen que sea perfecta para reducir la inflamación en las zonas afectadas por la dermatitis que, en ocasiones, llega a inflamarse durante los brotes.
  • Tortitas de avena. La avena es un cereal que se emplea con frecuencia para aliviar el picor, síntoma clave en la dermatitis atópica. Por eso, tanto en forma de tortitas, por ejemplo, para desayunar como en mascarilla, aplicada en ciertas zonas que estén muy afectadas, la avena es una gran aliada.
  • Infusiones. Este punto es clave en el cuidado de la piel con dermatitis. Hay diferentes plantas beneficiosas para el tratamiento de la piel afecta por esta patología. Es el caso de la cola de caballo que coadyuva al mantenimiento de la salubridad de la piel, así como a depurar el organismo por sus propiedades diuréticas.

Brote de dermatitis atópica: así se cura con remedios naturales

Cuando se sufre un brote de dermatitis atópica se ha de tener mucha precaución respecto a qué productos se emplean para calmarlo. Por eso, estos remedios naturales pueden resultar efectivos sin ser agresivos para la piel.

  • Prendas transpirables. Es muy importante que la piel no esté en contacto con prendas que no faciliten la transpiración, cuanto mejor pueda respirar la piel antes remitirá y sus consecuencias no serán tan problemáticas. Además, las prendas de algodón son preferibles a las compuestas por fibras sintéticas.
  • Jabones no agresivos. Utilizar productos naturales que no contengan agentes agresivos para la piel y que sean de un Ph correcto es decisivo.
  • Beber agua para la hidratación de la piel. La hidratación es uno de los factores más importantes a la hora de cuidar la piel, más si cabe si se padece dermatitis. Cuando se sufre un brote hay que mantenerse hidratado, para ello beber agua en lugar de refrescos y otras sustancias mejorará notablemente el aspecto de la piel.
  • Cremas adecuadas. Tal y como se ha explicado con anterioridad, la hidratación es crucial para la piel. Por tanto, además de agua, las cremas emolientes con aloe vera tendrán un papel muy relevante. Una crema a base de extractos de plantas como la caléndula que aporten la hidratación requerida será una gran aliada para calmar la piel.

En definitiva, la dermatitis atópica es una afección cutánea genética y crónica. No es contagiosa ni infecciosa, aunque muy molesta para quien la padece. Por ello, resulta conveniente conocer consejos y remedios caseros para prevenirla y calmar los efectos de sus brotes. La hidratación de la piel, utilizar jabones naturales y no agresivos, y las infusiones, entre otros, ayudan a sobrellevar la dermatitis atópica.