La dieta de proteínas es usada por muchas personas que inician una actividad para perder peso o mejorar su físico. Pero ojo, cambiar hacia hábitos alimenticios más sanos es positivo siempre que se haga con control, supervisión médica y sabiendo lo que se está consumiendo en cada momento.

Así, iniciar una alimentación más saludable o comenzar una dieta rica en proteínas para alcanzar objetivos como complemento a la actividad física es un paso adelante para iniciar una vida más sana. Aunque como ya se ha comentado, siempre debe hacerse siguiendo consejos de profesionales nutricionistas y teniendo en cuenta la opinión experta de los médicos.

¿En qué consiste una dieta proteica?

Las dietas basadas en alimentos ricos en proteínas son las más conocidas actualmente, y eso se debe a que ayudan a la pérdida de peso al hacer que quien las consume se sienta saciado y ser alimentos que necesitan un consumo alto de calorías para ser metabolizados.

En definitiva, una dieta proteica no es otra cosa que llevar a cabo una alimentación diaria donde los protagonistas sean los alimentos con mayor índice de proteínas, reduciendo el consumo de hidratos de carbono y lípidos. Por lo general, suelen ser dietas bajas en calorías, unas 800 o 1000 diarias, para favorecer así la pérdida de peso al acompañarlas de un ejercicio físico adecuado.

Características de la dieta de proteínas para adelgazar

Las dietas basadas en alimentos proteicos tienen una serie de características que son las que ayudan a adelgazar:

  • Más proteínas, menos hidratos y grasas: como ya se ha comentado, no puede ser de otra manera, la dieta proteica está basada en el aumento del consumo de alimentos ricos en proteínas, en detrimento de los carbohidratos y las grasas.
  • No se trata de eliminar al 100% el consumo de fuentes alimenticias como los hidratos de carbono o los lípidos, pero sí reducirlas considerablemente para que así el organismo consuma continuamente la reserva de grasas y se vayan quemando y eliminando del cuerpo.
  • Cinco comidas diarias: una de las características de la dieta rica en proteína es que dará una mayor sensación de saciedad a lo largo del día y quitará esa ansiedad constante por comer a todas horas.
  • Equilibrar las comidas a lo largo del día es uno de los requisitos para el buen resultado de este tipo de hábitos alimenticios. Los expertos recomiendan hacer unas cinco comidas diarias, ricas en proteínas, acompañada de pequeñas dosis de hidratos de carbono y grasas. Por tanto, se debe estructurar el día en: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena.
  • Alimentos ricos en proteínas: las mayores fuentes de proteínas son las carnes magras como el pollo, el conejo, el pavo… y pescados como la merluza, el salmón o el atún. También se puede encontrar un buen aporte de proteína vegetal en el aceite de oliva o los frutos secos para personas que lleven una alimentación vegetariana o vegana.

A pesar de ser una dieta recomendada para la pérdida de peso, siempre debe ser consultada con expertos médicos.

Cinco consejos para que la dieta proteica funcione

Como en todo ese tipo de regímenes alimenticios, existen consejos extra que ayudarán a obtener los resultados deseados en el menor tiempo posible y harán más llevadero el cambio de estilo en la vida:

1. Beber mucha agua: a la hora de llevar a cabo una dieta rica en proteínas es recomendable beber entre 1,5 y 2 litros de agua diarios. No tiene por qué ser específicamente agua, también pueden ser ingeridos tés e infusiones. Eso sí, hay que evitar las bebidas azucaradas y gaseosas.

2. Cocina saludable: por supuesto, los fritos son alimentos que quedan totalmente prohibidos. Hay que reducir al máximo las grasas cocinando los alimentos de la forma más sana posible, por ejemplo, a la plancha, al horno o al vapor.

3. Evitar las salsas procesadas: las salsas envasadas suelen contener muchas calorías debido al uso de conservantes y al exceso de azúcar. También es recomendable evitar el ajo y reducir las cantidades de aderezos como el vinagre y el zumo de limón.

4. No a la comida procesada: es aplicable a cualquier dieta saludable. Se debe evitar en la alimentación el consumo de bollería, zumos envasados, precocinados y demás productos ultraprocesados.

5. Ejercicio físico: es recomendable acompañar la dieta proteica de un ejercicio físico adecuado a cada persona. Diferentes estudios aseguran que el deporte potencia los beneficios de este patrón de alimentación saludable.

En definitiva, iniciar una dieta rica en proteínas puede mejorar la condición física y ayudar a la pérdida de peso si se acompaña de ejercicio diario, pero siempre teniendo en cuenta los consejos médicos y recomendaciones de los expertos en alimentación.