El retinol y el ácido retinoico son dos sustancias que se usan a menudo en todo tipo de tratamientos estéticos, pero que no son lo mismo a pesar de la similitud de su nomenclatura. Ambos comparten buena parte de su composición, pero es de vital importancia el distinguir los usos y los beneficios de cada uno de ellos.

Además, tampoco se usan exactamente para los mismos tratamientos. Por lo que, como se está comprobando, habría que explicar de forma detallada las características de cada ingrediente para que sea mucho más fácil entender en qué puede consistir una terapia que los incluya.

Usos del retinol y del ácido retinoico

Los usos más habituales del retinol son:

  • Mejorar la creación de elastina y de colágeno en la piel lo que aporta una mayor firmeza.
  • Anti edad para rejuvenecer la piel
  • Reducir las arrugas y líneas de expresión.
  • Difuminar las manchas por problemas de pigmentación.
  • Reparar los daños en la piel provocados por el sol o por otros agentes externos.

El ácido retinoico se usa para:

  • Renovar, exfoliar e hidratar la piel.
  • Controlar la pigmentación.
  • Estimula la producción de colágeno.

Ambos son de uso tópico y ofrecen grandes resultados en lo que al cuidado de la piel respecta.

Propiedades del retinol y del ácido retinoico

El retinol es una molécula activa que proviene de la vitamina A, es decir, es un derivado de la vitamina A. Es un precursor del antedicho ácido y actúa dependiendo de la concentración en su nivel de pH. Se caracteriza por poder adaptarse al tipo de piel sobre el que se va usar.

El ácido retinoico es la forma más pura de la vitamina A, por eso, en ocasiones se le denomina retinol puro. Su efectividad es la más alta dentro del grupo de los retinoides, pero solo puede usarse con prescripción médica debido a su intensidad y a su composición. Es fundamental usarlo progresivamente para ir comprobando sus efectos.

¿Quién puede utilizar el retinol y el ácido retinoico?

El retinol es recomendable para cualquier tipo de piel dada su adaptabilidad. Suele ofrecer grandes resultados y no presenta efectos secundarios que revistan demasiada gravedad. Sorprende por su enorme eficacia.

El ácido retinoico se prescribe a pacientes con la piel muy dañada por el paso del tiempo o por otro tipo de circunstancias. Es muy efectivo para personas con acné o con psoriasis.

¿Se pueden utilizar el retinol y el ácido retinoico en pieles sensibles?

Sí, pero es importante que el dermatólogo realice un análisis previo en el caso de recetar ácido retinoico. Por lo general, se apuesta por aligerar la concentración de este último compuesto para evitar molestos síntomas como el enrojecimiento de la piel o la aparición de heridas y similares.

En el caso del retinol, es importante mencionar que es una variante del compuesto anterior por lo que habría que analizar su nivel de concentración, el nivel de pH de la piel del paciente y otros factores decisivos que pudieran terminar provocando las antedichas consecuencias tras su aplicación. Se aconseja, en ambos casos, el uso progresivo y siempre controlado por un dermatólogo.

¿Por qué se recomienda utilizar el retinol y el ácido retinoico por la noche?

El contenido de ambas sustancias se oxida con la luz solar. Resulta imprescindible, por lo tanto, esperar a que anochezca para aplicarse el producto determinado. A la mañana siguiente, se recomienda limpiar cualquier resto que haya podido quedar sobre la piel.

Es importante subrayar que ninguna de las dos sustancias se puede usar más de lo aconsejado por el especialista. En caso contrario, podrían producirse daños en la piel dada la potencia de sus efectos y sus características oxidativas que hemos comentado.

¿Se recomienda el uso de protección solar después de usar el retinol y el ácido retinoico?

Sí, más concretamente de una crema con protección por encima del 30. Ambas sustancias consiguen, desde la primera aplicación, limpiar las capas superficiales de la piel convirtiéndola en una mucho más sensible.

Exponerse a los rayos del sol sin protección puede provocar quemaduras de gravedad, ya que la piel se encuentra en un proceso de regeneración. Protegerse es, por lo tanto, la mejor medida posible para seguir teniendo una imagen mucho más adecuada, fresca y juvenil así como para afianzar los efectos de estas beneficiosas sustancias sobre la piel. Resulta conveniente observar cualquier anomalía cutánea para acudir inmediatamente al facultativo en caso de reacción alérgica al uso de este tipo de productos.

Así, retinol y ácido retinoico son dos formas distintas de vitamina A con efectos complementarios, pero no idénticos.