Lucir una piel sin imperfecciones ni arrugas es el sueño de muchas mujeres y hombres. Los hilos tensores son una técnica innovadora y eficaz de rejuvenecimiento facial, que consiguen un efecto lifting inmediato. Desde el primer momento tras el tratamiento, la piel luce más brillante, tersa y luminosa. Gracias a los avances en la tecnología y los estudios realizados en torno a la medicina estética, hoy existen diversos tipos de hilos tensores que nos ayudan a conseguir este increíble efecto. Te hablamos de cada uno de ellos y de sus distintas aplicaciones.

¿Qué tipo de hilos tensores son los más comunes?

Los hilos tensores, también conocidos como hilos mágicos,son unos hilos muy finos, fabricados con material biocompatible y reabsorbible por el organismo, que se utilizan en la medicina estética como tratamiento de rejuvenecimiento facial.

Existen dos grandes categorías cuando nos referimos a los tipos de hilos tensores: los permanentes, realizados con propileno, y los temporales, fabricados con dioxanona. Este último es un material que se reabsorbe por el cuerpo sin necesidad de someterse a una operación o nuevo tratamiento. Y dentro de estas dos grandes categorías, encontramos todos estos tipos de hilos tensores:

Hilos monofilamento

Como su nombre indica, su grosor es muy fino y están indicados para estimular la formación natural de colágeno y elastina de nuestro cuerpo, consiguiendo eliminar esas líneas de expresión que tanto nos molestan. Son los más adecuados para la zona de la papada y la mandíbula, aunque también sería factible utilizarlos en otras zonas del rostro.

Los hilos monofilamento son estimuladores y están fabricados con Polidioxanona PDO. Tiene diferentes longitudes para poder adaptarlos a las diferentes áreas anatómicas tanto faciales como corporales y consiguen una estimulación parecida a la de la mesoterapia.

Gracias a ellos, es posible levantar la papada, moldear la zona de la mandíbula y elevarla, además de lucir nuestra piel más tersa y saludable.

Hilos tensores multifilamento

Cuando la sutura está compuesta por varios filamentos, hablamos de hilos multifilamento, de mayor grosor y apropiados para pieles más gruesas o aquellas localizaciones en que la piel tiene mayor espesor. Como su propio nombre indica, están formados por numerosos hilos que aportan densidad a la piel y consiguen reducir la flacidez, sin romper la naturalidad del aspecto y la expresividad del paciente. Tienen un grosor mayor que los monofilamento, por lo que ayudan a la piel a rellenarse de forma natural.

Se aplican previa colocación de una pomada anestésica mediante unas agujas muy finas en las que van montadas las suturas de modo que, una vez posicionada la aguja bajo la piel, ésta se retira y queda introducido el hilo. Estas suturas se colocan normalmente formando un mallado con un número importante de hilos, para que la PDO realice la estimulación de la piel en toda la zona de tratamiento.

Gracias a este tipo de hilos tensores se logra un aspecto natural, con el que nadie notará que te has realizado un tratamiento de medicina estética. Lucirás más joven, y con una piel saludable y con muy buen aspecto.

Tipos de hilos tensores en estetica

Hilos espiculados o de Cog

Se diferencian de los anteriores en que están dotados de unas pequeñas pestañas que los rodean facilitando su agarre al tejido subcutáneo y permiten traccionar de la piel consiguiendo un efecto lifting mayor además de la capacidad estimuladora de la PDO.

Este mismo concepto de estimulación y tracción se repite en suturas elaboradas con Ácido poliláctico PLLA, otro material estimulador y que, en lugar de espículas, presentan unos pequeños dispositivos a modo de conos para agarrarse a la piel.

Tanto las espículas como los conos pueden aparecer en las suturas en una o en dos direcciones y en ese caso hablaremos de hilos espiculados o de conos uní o bidireccionales

La aplicación de los hilos espiculados, es técnicamente más compleja, además de pomada anestésica, se aplica anestesia local en el punto de entrada de los hilos. Una vez colocados,se tracciona de la piel para recoger y tensar la misma y se repetirá esta operación con cada uno de los hilos que se precise colocar. Finalmente se ajustarán todos los hilos para conseguir una buena distribución de la tracción, y se termina cortando los extremos sobrantes de las suturas, y protegiendo los puntos de entrada.

Cómo se lleva a cabo el tratamiento

Los hilos tensores son una técnica de rejuvenecimiento facial. Se insertan bajo la piel con una aguja ultrafina que no requiere cirugía ni incisiones, por lo que tampoco hay cicatrices ni la necesidad de poner puntos. Gracias a ello, se consigue elevar aquellas zonas que presentan flacidez y se eliminan diversos tipos de arrugas sin perder el aspecto natural del paciente. Se evitan las expresiones forzadas o la inexpresividad, que tan comunes son en los tratamientos estéticos que no se llevan a cabo por profesionales.

Aunque han sido pensados para tratar la zona del rostro, también se pueden usar en otras zonas para que la piel recupere su aspecto terso y tenga un efecto de mayor densidad.

Para llevar a cabo el tratamiento, se aplica anestesia local y se puede realizar en la consulta sin necesidad de ir a un quirófano. Respecto a los hilos que se van a usar, dependerá de la zona y de los resultados que se quieran lograr. Lo más común es que se utilicen entre 6 y 40 hilos de los que estimulan la formación de colágeno y elastina, para conseguir el efecto lifting soñado, mejorando la densidad de la piel y combatiendo la flacidez.

Como siempre te recomendamos, para este o cualquier otro tratamiento estético, acudir a centros profesionales como Hedonai para conseguir unos resultados con garantías. Es importante saber que no existen algunos tipos de hilos tensores mejores que otros. El profesional podrá evaluar el caso de cada paciente y determinar cuál es el mejor en su caso. En nuestros centros Hedonai podemos asesorarte de manera personalizada y sin compromiso, además de ofrecerte los mejores resultados gracias a nuestros años de experiencia y nuestra profesionalidad.