Las personas que tienen la piel muy clara suelen presentar rojeces en la cara. Estas imperfecciones cutáneas se conocen con el nombre de rosácea o cuperosis, una alteración crónica de la piel. Algunos de los principales síntomas de la rosácea es el enrojecimiento, el cual puede llegar a producir granos o incluso formación de pus. ¿Sabías que la luz pulsada para la rosácea es el tratamiento más adecuado para mitigar estas lesiones vasculares? Analizamos esta innovadora técnica y sus resultados a la hora de tratarla en la superficie de la piel.

Luz pulsada para la rosácea ¿es efectiva?

La rosácea es una dolencia crónica que afecta generalmente a mujeres, aunque también la sufren muchos hombres.  La mayor parte de quienes la padecen responden a un factor hereditario. Aunque la enfermedad presenta distintas etapas, que muchas veces son consecuencia de la edad, suele ir acompañada de síntomas que, en ocasiones, llegan a resultar dolorosos.

El aumento de espesor en la dermis en las zonas afectadas, la aparición de granos acompañados de dolor y el aspecto estético que produce, son para muchas personas una molestia difícil de tolerar. Además, quienes padecen rosácea sufren en ocasiones baja autoestima, debido a  los síntomas que la acompañan y a las marcas tan evidentes que deja sobre la piel del rostro.

Lo más conveniente es acudir de manera temprana a un centro especializado en tratamientos de medicina estética, como Hedonai. Allí sus profesionales realizan un diagnóstico preciso y una valoración personalizada para saber cuál es el tratamiento más adecuado. La luz pulsada intensa (IPL) es uno de los métodos más innovadores para atenuar la rosácea, ya que consigue hacer desaparecer los capilares dilatados. La luz pulsada emite una fuente lumínica intensa que suaviza las irregularidades y lesiones de la piel y se ha consolidado como el mejor tratamiento para la rosácea.

Junto con la luz intensa pulsada de uso médico, también el láser vascular o la electrocoagulación pueden conseguir una notable mejoría de la cuperosis presente en la rosácea

Cómo la luz pulsada controla la rosácea

Existen bastantes factores que pueden favorecer la aparición de la rosácea. El estrés es uno de ellos, pero también hay otros como la exposición al sol, la cual resulta muy perjudicial para la piel. Por ello es imprescindible el uso de cremas hidratantes y protectoras, así como intentar resguardarse siempre de la luz solar con sombrero, gorras o sombrillas en las temporadas de máximo calor.

Entre todos los tipos de tratamientos que existen en medicina estética, la luz pulsada (IPL) es la técnica más efectiva, pues logra reducir considerablemente la rosácea y las arañas vasculares del rostro. Una vez evaluado al paciente , se realizan diferentes sesiones, según establezca el experto. Estas consisten en proyectar un haz de luz hacia los vasos sanguíneos de las áreas afectadas, con el fin de ejercer un efecto positivo en la hemoglobina, responsable del tono rojizo que presenta la epidermis facial.

No siempre es posible eliminar todo el componente vascular, pero sí una notable mejoría y además ralentizar la evolución del proceso hacia formas más severas.

El tratamiento requiere varias sesiones, no es indoloro, pero en los casos más intensos se pone una pomada anestésica para hacer más confortable la sesión.

Cuando se trata de un acné rosácea es necesario tratar el componente infeccioso con antibióticos orales y tópicos, incluso peelings químicos.

En casos avanzados muy severos, se llega a producir un aumento de espesor en la dermis, lo que ocasiona abultamientos y deformidades, se trata de la denominada rinofima, cuyo tratamiento es quirúrgico mediante láser ablativo.

Tratamiento para la rosácea

Beneficios de la luz pulsada sobre la rosácea

La aplicación de la luz pulsada intensa va acompañada de variados beneficios para el paciente, entre los que se encuentran:

  • La eliminación de manchas cutáneas. Además de ser efectiva para la rosácea, la luz pulsada intensa se usa para hacer desaparecer todo tipo de manchas, ya sean por la edad o por el sol.
  • Torna más suave la epidermis. Dada la aspereza que produce esta enfermedad, la luz pulsada devuelve la suavidad a la piel, aumentando el colágeno y dándole un aspecto más rejuvenecido.
  • El tratamiento es completamente indoloro. No obstante, el especialista puede determinar el uso de algún anestésico local para evitar cualquier tipo de molestia, en función del umbral de sensibilidad de cada persona.
  • Su aplicación es muy rápida, ya que las sesiones suelen durar alrededor de media hora.
  • Este tratamiento es altamente tolerable, no produciendo efectos adversos. Del mismo modo, el especialista determinará si tras la sesión debe aplicarse algún antiinflamatorio, con el fin de evitar ligeras molestias.
  • Los resultados son sorprendentes. Aunque no se garantiza en todos los casos la desaparición total de las rojeces, puede lograrse una mejoría espectacular. En algunos casos, ante un nivel leve de la enfermedad, se consigue corregir todos los problemas que presenta la persona afectada.

Si llevas mucho tiempo sufriendo rosácea, ahora es el momento idóneo para comenzar un tratamiento de luz pulsada intensa (IPL facial). Acude a tu centro Hedonai más cercano para que uno de nuestros especialistas pueda realizarte una valoración y diagnóstico personalizado. Contamos con la aparatología más avanzada del sector para conseguir los mejores resultados.