Menopausia y piel seca van siempre de la mano. De hecho este síntoma sobre la piel es uno de los signos externos de los cambios hormonales, junto con los sofocos, cambios de humor, insomnio y otros. Además, la menopausia también puede alterar al completo tu piel. Por eso, cuando llegas a esta etapa, es importante que empieces una nueva rutina de cuidados. Con las medidas correctas, puedes mantener una piel sana y brillante incluso cuando tus estrógenos comienzan a disminuir.

Los efectos de la menopausia en la piel

Lo que ocurre en esta etapa es que cesa tu producción de estrógenos y progesterona, dos hormonas fundamentales que se encargan de mantener tu piel en buen estado durante la edad fértil. Según la encuesta “La piel en la menopausia”, se ha determinado que un 87 % de las mujeres menopaúsicas notan determinados cambios específicos en este tejido, de las cuales un 37 % la notan mucho más seca y un 19 % más deshidratada. Esta encuesta se presentó en un estudio expuesto en el Congreso Mundial de Medicina de Antienvejecimiento de Montecarlo, en Mónaco.

Lo que ocurre a nivel fisiológico es que, al producirse una disminución de hormonas femeninas, disminuye la reparación de los tejidos, aumentándose la laxitud cutánea. Además, como tu piel ya cuenta con una menor concentración de colágeno, debido al paso del tiempo, pierde su elasticidad y aparece una gran flacidez, sobre todo en el rostro.

Por otro lado, los melanocitos van a disminuir en número, células que estaban controladas por los mismos estrógenos. Así, en la menopausia, su descenso va a dar lugar a las temidas manchas de la edad, pecas y léntigos.

Por último, la piel en las plantas de pies y manos se suele volver mucho más gruesa y con tendencia a las fisuras y grietas. Es imprescindible que detectes cada uno de estos signos para que un dermatólogo pueda evaluar el estado de tu piel.

Así te debes cuidar la piel en la menopausia para hidratarla

¿Qué puedes hacer para mantener tu piel en buenas condiciones? Ante tantos cambios, es imprescindible que sigas las siguientes recomendaciones. Recuerda que, sin los pasos previos de higiene, la hidratación puede llegar a ser ineficaz, por lo que es importante que los sigas minuciosamente.

Limpiar suavemente

Si tu piel se ha vuelto seca y áspera, mantente alejada de productos con componentes agresivos cuando estés pasando por esta etapa. Evita los productos que contengan un jabón agresivo que pueda disminuir la humedad de la piel, causando irritación y picor. Para la piel seca, un producto de limpieza con un aceite es una opción efectiva para disminuir la suciedad y el maquillaje sin resecar tu piel.

Exfoliar regularmente

La exfoliación es de suma relevancia en esta etapa y durante el envejecimiento de la piel. Aun así, debes mantenerte alejada de los exfoliantes más agresivos que puedan irritar tu piel. Recomendamos que mejor uses exfoliantes caseros hechos con ingredientes naturales que te ayuden a limpiar tu cutis sin irritarlo.

Puedes elegir exfoliantes con componentes activos que ayuden a eliminar las células muertas en la superficie del tejido, las cuales provocan sequedad, piel apagada, granitos e hiperpigmentación. Para la piel seca, recomendamos un producto que contenga alfa hidroxiácidos, como ácido glicólico o láctico. Si ves que tu piel puede exfoliarse cada día, sin detectar alteraciones, entonces es recomendable que lo hagas así. Sin embargo, si consideras que tu piel es sensible y se irrita con facilidad, debes intentarlo cada dos días.

Para una exfoliación más efectiva, es conveniente realizar un peeling químico facial, ya que acelera el proceso natural de renovación de las células de la piel dejando el rostro radiante y luminoso.

Hidratación con antioxidantes

Un buen producto hidratante, como una crema o sérum, puede ayudarte cuando llegas a esta etapa. Incluso, si tu piel es más grasa, va a necesitar una crema que la hidrate desde lo más profundo de la piel.

Sea cual sea tu tipo de piel, es mejor elegir una crema hidratante con compuestos antioxidantes, que pueda ayudar a eliminar el daño causado por los radicales libres. Algunos antioxidantes potentes conocidos que debes buscar en tus cremas son la vitamina A, E y C, al igual que el té verde, el selenio y el resveratrol.

Estimula la producción de colágeno

Como hemos señalado anteriormente, en esta etapa de la vida la generación de colágeno desciende de forma drástica. Podemos ofrecerle una ayuda a nuestro organismo mediante suplementos alimenticios, cremas y tratamientos específicos que aportan una nutrición extra a la piel, como Bio Nutri Liftradiofrecuencia facial o los hilos tensores.

Uso continuo del protector solar

Elige una crema de amplio espectro con un FPS de al menos 30. Es importante que conozcas el orden correcto del aplicación del protector solar, además de utilizarlo todos los días y durante todo el año, aunque el cielo se vea nublado.

Recuerda alimentarte adecuadamente

La hidratación también va a venir dada con la alimentación. Recuerda dejar de lado los productos excesivamente industrializados a dar paso a una alimentación basada en vegetales, legumbres y alimentos de origen animal de gran calidad.

Es importante que hagas hincapié en las frutas y verduras. Te aportaran grandes cantidades de agua y las vitaminas necesarias para que puedas mantener tu piel saludable. Por ejemplo, escoge verduras de hoja verde y de colores para obtener una vitamina indispensable para la piel: la vitamina A.

Una vez que entras en la menopausia, es importante cuidar de tu piel al máximo para sentirte bien contigo misma. Alimentarse bien, cuidar la higiene e hidratación son tres pasos fundamentales para que el descenso hormonal no haga mella en tu imagen.